En este articulo vamos a recordaros lo que son las hipotecas puente y que beneficios tienen a la hora de vender tu casa para comprar una nueva.
Una hipoteca puente es un préstamo a corto plazo que te ayuda a comprar una nueva vivienda si vas a vender tu propiedad actual y ésta aún no se ha vendido.
Tiene plazos, fechas de reembolso y tipos de interés flexibles, por lo que es ideal para quienes desean mudarse rápidamente. Además, si tienes dificultades para acceder a la vivienda por problemas de asequibilidad, puedes utilizar un préstamo puente para comprar un lugar más asequible.
¿Pero cuáles son los pasos de este tipo de hipoteca?
- Contratación de la hipoteca puente
Tu entidad bancaria te concederá un préstamo hipotecario sobre las dos viviendas; la que comprarás y la que aún no quieres o no puedes vender.
Por lo cual, tendrás dos casas hipotecadas con el mismo crédito. El dinero que te preste lo tendrás que usar para pagar tu nuevo inmueble y para cancelar la hipoteca que tenías contratada sobre tu otra casa.
Con una hipoteca puente podrás liquidar el préstamo que tienes sobre la casa que aún no puedes vender y financiar entre el 80% y el 100% de la compra de tu nueva vivienda, con un plazo de devolución máximo de unos 30 años.
Sus condiciones, eso sí, dependerán del banco que te la conceda y de lo que puedas negociar.
- Pago de cuotas más bajas hasta encontrar a un comprador
La entidad que te concede la hipoteca puente te dará un margen, normalmente, de entre seis meses y cinco años para vender tu inmueble antiguo, dependiendo de su política y de lo que puedas negociar.
Durante ese tiempo, disfrutarás de una carencia de capital, que significa que tus cuotas solo serán de intereses (no de capital). Es decir, que pagarás unas mensualidades muy bajas hasta que consigas vender tu casa.
- Venta de tu anterior vivienda
Cuando encuentres a un comprador dentro del plazo que te da el banco, podrás utilizar el dinero de la venta para liquidar una parte de la deuda (el equivalente a la hipoteca que tenías antes) y liberar de cargas tu antigua casa.
A partir de ese momento, pasarás a tener una hipoteca convencional sobre tu nueva vivienda y pagarás unas cuotas normales, compuestas de capital y de intereses.
¿Pero me saldrá a cuenta pedir este tipo de hipoteca?
No te vamos a mentir: de la misma manera que una hipoteca puente te soluciona la vida si quieres comprar una casa nueva pero no has vendido la que ya tienes hipotecada, también asocia sus riesgos. Por ello, solo te lo aconsejamos que solicites una si se dan estas condiciones:
Si tu casa es “vendible”.
No es aconsejable contratar un préstamo puente si vas a tener dificultades para vender tu vivienda por estar en mal estado o en una mala localización, por ejemplo. En nuestra página sobre la venta de pisos explicamos qué requisitos debe reunir una casa para poder venderla.
Si los precios de las viviendas están bajos.
Así, si vendes tu casa dentro de unos años, tendrás más opciones de conseguir más dinero que si la vendes ahora.
Si puedes pagar las cuotas en caso de que no puedas vender tu casa.
Su importe sin carencia no debería superar el 35% de tus ingresos mensuales netos.