Comprar una casa es uno de los pasos más importantes para cualquier pareja, y los dos deciden solicitar una hipoteca conjunta tambien lo es.
Es una gran decisión que los vinculará financieramente durante años. Por eso a veces es difícil decidirse.
Como todo, tiene sus pros y sus contras. Hay muchas posibilidades de que el banco haga una hipoteca, pero también es arriesgado: ¿qué pasa si uno de los propietarios no hace el pago mensual? ¿Qué sucede si los cónyuges se separan?
En este artículo te contaremos todo lo que necesitas saber sobre las hipotecas compartidas y su funcionamiento.
¿Que son las hipotecas compartidas?
Firmar una hipoteca con un propietario único es muy complicado, y comprar una vivienda supone un gran ahorro y puede ser adquirido por una sola persona es raro.
La mayoría de las hipotecas que se firman cada año son sindicaciones. Además, la entidad financiera prefiere aceptar el préstamo hipotecario porque se da cuenta de que corre menos riesgo porque tiene dos propietarios.
Así que pedir ese préstamo en pareja proporciona más estabilidad. En una hipoteca conjunta, ambos dueños son dueños de la propiedad.
Cada parte tiene una comisión especificada en la escritura de hipoteca que determina el porcentaje que debe pagar cada parte, pero ambos son responsables en caso de falta de pago.
Ventajas
Hay tres beneficios principales a considerar al dividir una hipoteca:
Es más fácil conseguir una hipoteca: Las instituciones bancarias prefieren la hipoteca a nombre de dos solicitantes. Por ello, será más fácil que te concedan un préstamo hipotecario conjunto. Además, ambos cónyuges tienen una mayor capacidad económica.
Los préstamos son más altos: Como hay dos propietarios, la probabilidad de endeudamiento es mayor.
Más seguridad: Como propietarios, es seguro procesar los pagos y reducir el riesgo de no poder continuar con los pagos. Por ello, los recursos económicos que te puede proporcionar el banco son mayores.
Desventajas
Separación: En el momento en que quieres cancelar tu hipoteca conjunta por una ruptura, hay más problemas. O si alguien no puede seguir pagando la cuota del ERTE o se queda sin trabajo.
Imposibilidad de pago de tasas: Esto se dificulta cuando alguien se queda sin trabajo o hay una separación y uno de los propietarios debe seguir pagando la hipoteca por su cuenta. Esto es totalmente posible si eres soltero. Este es el riesgo que asumes con una hipoteca y por qué es tan importante tener un trabajo y un salario estable.
Cancelar un préstamo inmobiliario: En el caso de que uno de los propietarios quiera salirse de la hipoteca, se complica más, ya que el banco os ha dado la hipoteca con unas condiciones con la garantía de que sois los propietarios los que pagáis. La apuesta más segura es renegociar su hipoteca y sus términos con su banco en caso de separación.
En este caso, tienes tres opciones: vender la propiedad a un tercero y saldar la deuda con el banco. La segunda opción es cancelar la hipoteca en la que uno de los propietarios compra el resto de la casa. El tercero es realizar los trámites de disolución de la comunidad de copropiedad.
¿Que es mejor en mi caso?
Ahora que ya hemos visto como funcionan este tipo de hipotecas, te recomendamos que te pongas en contacto con profesionales como nosotros, para que así podamos ayudarte a tomar la decisión que más te conviene en tu caso en particular.