Aunque antiguamente era muy raro escuchar este término, desde hace unos años es cada vez más frecuente oír hablar de tipos de interés negativos. Incluso aunque no tengas muy claro en qué consisten exactamente o por qué aparecen, lo cierto es que la mayoría de nosotros nos hemos beneficiado de ellos en mayor o menor medida en los últimos tiempos.
Pero, ¿qué es exactamente un tipo de interés negativo? ¿Por qué los bancos los ofrecen, y qué consiguen al hacerlo? Si te has hecho alguna vez preguntas como esta, en el artículo de hoy resolvemos todas tus dudas.
En qué consisten los tipos de interés negativos
Cuando vamos a pedir un préstamo al banco o a cualquier otra entidad financiera, lo más habitual es que tengamos que devolver una cantidad mayor de la que hemos recibido en primer momento. Sin embargo, los tipos de interés negativos implican justo lo contrario: cuando consigues un crédito con este tipo de interés, tendrás que devolver una cantidad menor de la que has conseguido.
A primera vista esto parece no tener ningún sentido. Sin embargo, detrás de los tipos de interés negativos existe una explicación lógica: se trata de una herramienta de política monetaria que tiene como objetivo la movilización del dinero. Los bancos centrales adoptan este tipo de interés en épocas de crisis, consiguiendo de esta forma efectos positivos sobre la economía de los países afectados.
En la época reciente, especialmente a partir de la crisis de 2007, algunas entidades como el Banco Central Europeo decidieron implementar una política de intereses negativos para estimular la economía de los países de la Unión. Pero, ¿qué consecuencias tiene esto en la vida de los ciudadanos?
A simple vista la implementación de los tipos de interés negativos únicamente trae consecuencias positivas a la vida de los ciudadanos. Sin embargo, en la práctica esta circunstancia tiene tanto ventajas como desventajas. A continuación veremos cuáles son las más importantes.
Ventajas de los tipos de interés negativos
Ya hemos mencionado que la implementación de los tipos de interés negativos por parte del Banco Central Europeo tiene como principal objetivo la estimulación de la economía y fomentar el movimiento del dinero dentro de los países miembros de la Unión. Pero, ¿cómo funciona exactamente esta estrategia?
Por un lado, al poner en negativo los tipos de interés todas las hipotecas basadas en el Euribor bajan. Esto quiere decir que las familias con una hipoteca variable pueden contar con una cantidad de dinero extra cada mes, lo que aumenta su consumo y su poder adquisitivo. Como consecuencia, muchos sectores aumentan sus ingresos, especialmente todos aquellos relacionados con la oferta de servicios no esenciales.
Pero esta no es la única ventaja de los tipos de interés negativos. En el caso de que aún no hayas solicitado un préstamo y estés pensando en pedir uno la bajada de los tipos de interés hará que tengas que pagar menos al devolverlo. Esto tiene todo tipo de efectos positivos sobre la economía, como por ejemplo el fomento del emprendimiento o la mejora de ciertos sectores en los que hace falta una fuerte inversión inicial.
Por último, al bajar los tipos de interés en las cuentas de ahorro y en las inversiones relacionadas con la banca, los inversores tienden a destinar su dinero a inversiones más arriesgadas. De esta forma se suele fomentar la financiación de nuevas empresas y la creación de puestos de trabajo.
Desventajas de un tipo de interés negativo
Pero cuando aparecen tipos de interés negativos, no todas las consecuencias son ventajosas para la población. Las bajadas implementadas por el Banco Central Europeo en los últimos años también pueden implicar problemas a medio y largo plazo, por lo que se trata de un arma de doble filo que es necesario saber gestionar correctamente.
El efecto negativo más inmediato de los tipos de interés en negativo es la pérdida de rentabilidad de los bancos. Muchos de ellos consiguen la mayor parte de su capital con los intereses de sus préstamos, que se ven reducidos mediante esta maniobra. Como consecuencia, se pierden puestos de trabajo, se reduce el poder adquisitivo de muchas familias e incluso se puede afectar a la economía del país de manera negativa si se mantiene esta situación durante mucho tiempo.
La otra posible consecuencia de esta herramienta financiera puede ser aún más devastadora para la economía. Si se mantienen los tipos de interés negativos durante mucho tiempo, es habitual que se produzca un fenómeno de inflación. Esto quiere decir que el dinero pierde parte de su valor, de tal manera que para comprar los mismos bienes y servicios es necesario gastar más.
Tipos de interés negativos: consecuencias para tu vida personal
Encontrar el punto medio entre la estimulación de la economía a corto plazo y el bienestar de la población a la larga es complicado; pero en la práctica, son los bancos centrales los que se encargan de gestionar este fenómeno. Sin embargo, aún sin tener en cuenta las consecuencias más globales, los tipos de interés negativos pueden tener efectos muy significativos para los ciudadanos.
Algunos de los más importantes son los siguientes:
- Si estás pagando una hipoteca, cuando se produzca este cambio en el mercado puedes conseguir pagar menos mes a mes por ella. En Central Hipotecaria te ayudamos a renegociar las condiciones de tu hipoteca para que siempre pagues lo menos posible por tu préstamo.
- En el caso de que quieras abrir un negocio o comprarte una casa, puede ser el momento perfecto para pedir un préstamo. ¿Por qué esperar para invertir en tus sueños?
- Incluso si no quieres pedir un préstamo, la bajada de los tipos de interés implica que la mayoría de familias tendrán más dinero mes a mes. Por lo tanto puede ser una ocasión única para emprender o expandir tu negocio.
En cualquier caso, el Banco Central Europeo cambia sus políticas de manera muy habitual, por lo que para conseguir las mejores ventajas es necesario estar muy atento a las modificaciones del mercado. Si quieres sacarle el máximo partido posible a la situación, ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de echarte una mano.