Amortizar la hipoteca es una questión que seguro que te habrás planteado en alguna ocasión, pero, ¿realmente te merece la pena? Te lo contamos.
A primera vista siempre puede resultar interesante reducir tus deudas antes del plazo, y eso se aplica también a las hipotecas.
Al suponer una deuda de tal magnitud, creemos que amortizar puede suponer una bocanada de aire fresco para nuestra salud financiera a largo plazo.
En el mundo hipotecario, existen diferentes tipos de métodos de pago para las hipotecas, y el más común de ellos es el sistema francés, que lo que hace es que las primeras cuotas de nuestra hipoteca tengan más cantidad de tasas e intereses que no de la propia devolución del préstamo.
Es por eso que si amortizamos al principio, las cuotas que reduciremos serán más centradas en los intereses, por lo cual al final no tendremos que pagar tantos, por lo que amortizar una hipoteca al principio de su recorrido es lo más aconsejable.
Podemos reducir nuestra hipoteca de dos formas: reducir nuestras cuotas o bien reducir nuestros plazos.
Si optamos por reducir nuestras cuotas seguiremos pagando nuestra hipoteca hasta la fecha que estaba estipulada, pero por el contrario nuestras cuotas serán más bajas, por lo cual seguiremos pagando hasta el final pero menos dinero.
Por otro lado si elegimos reducir nuestros plazos lo que haremos será adelantar la fecha final de nuestra hipoteca adelantando el dinero de un número de cuotas, en ese sentido las cuotas que paguemos tendrán el mismo importe pero terminaremos de pagar antes.
¿Y realmente me sale a cuenta?
Depende, hay varios factores que pueden influir en la decisión de amortizar o no una hipoteca.
Te las contamos.
Comisiones de amortización: Las comisiones que los bancos pueden cobrar por las amortizaciones de una hipoteca tienen un máximo de un 2% en hipotecas de tipo fijo o un 0,25% en las de tipo variable.
Estas comisiones pueden influir en la rentabilidad de una amortización por lo cual dependerá del banco el tipo de comisión que se le aplica a la amortización, aunque existen algunos bancos que no aplican esas comisiones, por lo cual es un factor a tener en cuenta y estudiar que detenimiento para ver si es rentable en nuestro caso concreto.
El euribor: El euribor afecta concretamente a las hipotecas de tipo variable, las cuales son susceptibles a las fluctuaciones que sufre este indicador de referencia, por lo cual si el índice se encuentra alto lograrás ahorrar bastante en tu amortización, y por lo contrario si se encuentra bajo, no conseguirás ahorrar demasiado.
Un buen indicador para los que tienen este tipo de hipotecas.
Desgravación IRPF: Por lo que respecta al IRPF, el pago de nuestra hipoteca tiene una ventaja fiscal si hemos adquirido nuestra hipoteca antes de 2013.
Por lo cual siempre y cuando se cumpla un límite de pago por ejercicio se aplicará esa desgravación, por lo cual no sería recomendable sobrepasar ese límite para así no perder la ventaja fiscal.
Dicho esto, es notable que el factor psicológico también juega un gran papel, ya que el hecho de poder reducir o liquidar una deuda produce una sensación en muchas personas de alivio y bienestar, por lo cual eso puede influenciarnos a tomar la decisión de amortizar nuestra hipoteca sin tener en cuenta los otros factores racionales que intervienen en este proceso.
Ahora que ya sabes como puedes amortizar tu deuda, ¿que harás? ¿Qué decisión crees que es mejor para ti?. En todo caso en Central Hipotecaria siempre contarás con nuestros mejores expertos para que te ayuden en cualquier situación hipotecaria que necesites solventar.